“Los que quiero
decir es que me ido de un montón de colegios y de sitios sin darme cuenta si
quiera de que me marchaba”
“Soy un completo alfabeto pero leo muchísimo”
“Los que de verdad
me gustan son esos que cuando acabas de leerlos piensas que ojalá el autor
fuera muy amigo tuyo para poder llamarle por teléfono cuando quisieras.”
“Eran el mismo tipo
de cretinos que en el cine se ríen como condenados por cosas que no tienen la
menor gracia.”
“Me paso el día
entero diciendo que estoy encantado de haber conocido a personas que me
importan un comino. Pero supongo que si uno quiere seguir viviendo, tiene que
decir tonterías como esas.”
“Eso es la malo de
estar deprimido. Que uno no puede ni pensar.”
“¡Maldito cine!
Puede amargarle la vida a uno. De verdad.”
“Aquel niño me hizo
sentir mucho mejor, se me fue la depresión.”
“En cundo un actor
es bueno en seguida se le nota y lo estropea todo.”
“No puedo decir que
fuera exactamente guapa, pero me volvía loco.
Tenía una boca divertidísima,
como con vida propia. Quiero decir que cuando estaba hablando y de repente se
emocionaba, los labios se disparaban como en 50 direcciones diferentes. Me
encantaba. Y nunca las cerraba del todo. Siempre dejaba los labios un poco
entreabiertos, especialmente cuando se concentraba en el golfo cuando leía algo
que le interesaba. Leía constantemente y siempre libros muy buenos.”
“Era mentira, desde
luego, pero en aquel momento estaba convencido de que era verdad. Lo juro.”
“…Hay quien no sabe
lo que le interesa hasta que empieza hablar de algo que le aburre.”
“De hecho
abandonaron la búsqueda antes de iniciarla, ¿me sigues?”
“Creo que un día de
estos –dijo- averiguaras que es lo que quieres. Y entonces tendrás que
aplicarte a ello inmediatamente. No podrás perder ni un solo minuto. Eso sería
un lujo que no podrás permitirte”
“Entre otras cosas,
verás que no eres la primera persona a quien la conducta humana ha confundido,
asustado, y hasta asqueado. Te alegrará y animará saber que no estás solo en
ese sentido. Son muchos los hombres que se han sufrido moral y espiritualmente
del mismo modo que tú. Felizmente, algunos de ellos han dejado constancia de
sus sufrimientos. Y de ellos aprenderás si los deseas. De algún modo que
alguien aprenderá algún día de ti si sabes dejar huella. Se trata de un hermoso
intercambio que no tiene nada que ver con la educación. Es historia. Es
poesía.
“Lo que sí afirmo
es que si esos hombres tienen cultos además tienen genio creador lo que
desgraciadamente se da en muy pocos casos, dejan una huella más profunda que
los que poseen simplemente un talento innato”
“Aquella revistita
era para levantarle la moral a cualquiera.”
“De todos modos,
aunque me dedicara uno a eso un millón de años, nunca sería capaz de borrar
todos los <<joder>> del mundo. Sería imposible.”
“No hacer nada que
fuera sincero.”
“¿Cómo sabe uno lo
que va hacer hasta que llega el momento?”
-¿Te has
hartado alguna vez de todo? –le dije- ¿Has pensado alguna vez que a menos que
hicieras algo enseguida el mundo se te venía encima? ¿Te gusta el colegio?
- Es un
aburrimiento mortal.
- Lo que
quiero decir enes si lo odios de verdad – le dije- Pero no es sólo el colegio.
Es todo. Odio vivir en Nueva York. Odio los taxis y los autobuses de Madison
Avenue, con los conductores que siempre te están gritando que te bajes por la
puerta de atrás, y odio que me presentan a tíos que dicen que los Lunt son unos
ángeles. Y odio subir y bajar siempre el ascenso, y odio a los tipos que me
arreglan los pantalones en B Brooks, y que la gente no pare de decir…
-No grites
por favor – dijo Sally. Tuvo gracia porque yo ni siquiera estaba gritando
- Los coches
por ejemplo – le dije en voz más baja-. La gente se vuelve loca por ellos. Se
mueren si les hacen un arañazo en la carrocería y siempre están hablando de
cuantos kilómetros hacen por litro de gasolina. No han acabado de comprarse
unoy ya están pensando en cambiarlo por otro nuevo. A mino me gustan ni los
viejos. No me interesa nada. Preferiría tener un caballo, Al menos un caballo
es más humano. Con un caballo puedes…
He dicho que
no, que no habrá sitios maravillosos donde podamos ir una vez que salgamos de
la universidad. Y a ver si me oyes. Entonces todo será distinto. Tendremos que
que bajar en el ascensor rodeados de maletas y de trastos, tendremos que
telefonear a medio mundo para despedirnos y mandarles postales desde cada hotel
donde estemos. Y yo estaré trabajando en una oficina ganando un montón de
pasta. Iré a mi despacho en taxi o en el autobús de Madison Avenue y me pasaré
el día entero leyendo el periódico, y jugando bridge, y yendo al cine, y
viendo un montón de noticieros estúpidos y documentales y avances
cinematográficos. ¡Esos noticieros del cine! ¡Dios mío! Siempre sacando
carreras de caballos, y una tía muy elegante rompiendo una botella de champán,
en el casco de un barco, y un chimpancé con pantalón corto montado en
bicicleta. No será lo mismo. Pero claro, no entiendes una pazlabra de lo que
digo.
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